El sesgo cognitivo es un patrón sistemático de desviación de la norma o la racionalidad en el juicio que tenemos los seres humanos.
Dónde los humanos creamos nuestra propia «realidad subjetiva» a partir de una primera percepción.
La construcción de la realidad de un individuo, no el aporte objetivo, puede dictar su comportamiento en el mundo.
¿Que son los Sesgos Cognitivos?
Por lo tanto, los sesgos cognitivos a veces pueden conducir a una distorsión perceptiva de la realidad objetiva, con lo que podemos llegar a obtener un juicio inexacto causado por la amígdala cómo podemos leer en el libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman, lo cual causa una interpretación ilógica o lo que en general se llama irracionalidad.
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Algunos sesgos cognitivos son presumiblemente adaptativos. Los sesgos cognitivos pueden conducir a acciones más efectivas en un contexto dado.
Sesgos cognitivos para la supervivencia
Los sesgos cognitivos permite decisiones más rápidas que pueden ser deseables cuando la oportunidad es más valiosa que la precisión, como se ilustra en la heurística.
Otros sesgos cognitivos son un «subproducto» de las limitaciones del procesamiento humano, como resultado de la falta de mecanismos mentales apropiados (racionalidad limitada), el impacto de la constitución individual y el estado biológico (ver cognición incorporada), o simplemente de una capacidad limitada para el procesamiento de la información.
Se ha identificado una lista en constante evolución de sesgos cognitivos durante las últimas seis décadas de investigación sobre el juicio humano y la toma de decisiones en ciencias cognitivas, psicología social y economía del comportamiento.
Daniel Kahneman y Tversky (1996) uno de descubridores en referencia de los sesgos cognitivos sostienen que estos tienen implicaciones prácticas eficientes para áreas que incluyen el juicio clínico, el espíritu empresarial, las finanzas.
